El Gobierno capitalino da el banderazo de salida con elogios a los empresarios que pagaron la reconstrucción y sin mencionar a las víctimas de la tragedia.
Poco antes del mediodía de este martes, un tren de pasajeros del Metro partió de la estación Tláhuac hacia Mixcoac por primera vez en 32 meses. Con las corbatas ajustadas y el cabello engominado, un grupo de casi todos hombres encabezado por el jefe de Gobierno capitalino, Martí Batres, dio el banderazo de salida a la nueva Línea 12, reconstruida tras el derrumbe del 3 de mayo de 2021 que dejó 26 muertos y un centenar de heridos. Los funcionarios inauguraron la obra con discursos que ensalzaron las maravillas de la reconstrucción y agradecimientos a las empresas que lo volvieron a levantar, incluidas Grupo Carso, Alstom y CAF, el consorcio responsable del primer diseño y construcción de la estructura —dos de las grandes fallas que llevaron al colapso de la línea, según los peritajes—. “Quiero agradecer sobre todo al Grupo Carso y al ingeniero Carlos Slim, que tomaron el compromiso de reconstruir y reforzar la Línea 12 sin costo para las arcas de la ciudad”, celebró Batres. En 40 minutos de conferencia, no hicieron una sola alusión a las víctimas de la tragedia.
Un tren naranja que relucía en su totalidad, rebosando de funcionarios y periodistas, fue el encargado de estrenar el último tramo que faltaba inaugurar. La Línea 12, que conecta un rincón obrero de la periferia sur con el resto de la ciudad, tiene 25 kilómetros de largo. La mayoría ya se había reactivado a lo largo de los últimos meses. Solo faltaban seis estaciones de abrir, justo las que comprendían el tramo que se desplomó aquella noche trágica. Aquel colapso dejó incomunicada a gran parte de la alcaldía Tláhuac, donde viven unos 400.000 habitantes. La reapertura, este martes, selló ese vacío de transporte que sufrieron los usuarios. Minutos después de que Batres se retirara de la estación Tezonco, los trenes corrían con normalidad, con una buena ocupación.