Ese puente suprimido cómo ha dado lata. No se inunda nada más cuando no llueve, pero al mínimo chipi chipi hay ta el hoyo. Qué manera de llover la de ayer. Años hacía que no llovía así. Tal vez desde que se inundó la Colonia Obrera, lejana ocasión en que, en masa, entró al quite, generosa, la ciudadanía medio organizada. Como lo hizo ayer.
Ayer, como siempre, la Zona de Hospitales y barrios aledaños eran lagunas. Lo mismo el alrededor del Mercado Juárez. Lo mismo las rotondas de las plazas.Algunos drenes, horas antes casi secos, se desbordaron. Las partes altas de la población se convirtieron en enormes surtidores de las partes bajas, formando enormes charcos en los bajos. La Loma de Pérez, el barrio del Ramireño reclamaron sus causes naturales. Cuántos autos varados, cuántas goteras, cuántos árboles ladeados y dañados. Cientos de llamadas de emergencia. Las líneas telefónicas congestionadas. Pese a todo, sigue válido el aforismo de que en eventos así, siempre serán más los beneficios que los daños. Que así siga siendo, pese al susto. Ayer, como hace mucho no se veía, qué bien estuvieron los equipos humanos y materiales de los organismos oficiales de auxilio y otros que diligentemente se sumaron en ayuda oportuna. Bomberos, desde luego, Vialidad en su totalidad, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, la Policía Municipal, el Hospital Regional, los módulos de riego, siempre puestos, la solidaridad de los organismos empresariales, el ejército, la Guardia Nacional. Bueno, hasta las vecindades de las redes sociales pausaron sus chismes y fueron magníficos vehículos de información al servicio de la comunidad.
Todos a una. Todos a doble o triple turno. Todos encabezados por el Presidente Municipal, quien tuvo la gran idea de enfundarse en el jersey de los Algodoneros, con todo el simbolismo que eso concita. Así lo vimos en los lugares más urgidos de ayuda. Unidad ante la adversidad. Así nos vimos. Así hay que seguir. Esa es nuestra historia.
Con la llegada de Chela Ortiz a la Presidencia Nacional del PRI, así sea por prelación, se dá el hito de que por primera vez alguien de Chihuahua, en este caso de Parral, alcanza ese puesto. A la largo de la historia, varios políticos nativos del Estado habían estado en la antesala. En el remotísimo 1929,el neocasagrandino Luis L León, quien también fue torero, ocupó la Secretaría General. Otro que se hizo de ese puesto fue el satevoense Teófilo Borunda Ortiz. Varios han sido Secretarios de diversas carteras del Comité Ejecutivo Nacional, entre ellos la misma Chela, además de Saúl González Herrera, Artemio Iglesias Miramontes y José Reyes Baeza Terrazas. Hay va la historia.
Extremo cuidado deberán tener los pre candidatos al Gobierno del Estado, tanto los destapados como los por destapar. De todos los partidos. En el largo trecho que falta para el 27, tantas cosas pueden pasar, tantos pleitos y desencuentros pueden darse. En esos menesteres la piel adelgaza, la susceptibibidad se agudiza, las chirinolas cobran carta de naturalización disfrazadas de verdades. Por más que se cuiden las formas, como decía Artemio, todos salen con las manos manchadas. Así es la política, así de apasionada es la condición humana.