COLUMNA POLÍTICA 16 DE AGOSTO

Ayer, luego del vergonzoso show del Gin Gin de la Colonia Roma, habíamos quedado que Javier Corral era el segundo ex gobernador de Chihuahua en ser aprehendido. Realmente es el tercero. En 1913 de Jiménez se llevaron enjaulado a Francisco Villa en un tren carguero hasta la prisión de Santiago Tlatelolco del Distrito Federal. Lo acusaban de robarse una yegua fina de los Russek. Un año después el presidente.
Madero le ayudó a fugarse. En los 28 días que fue gobernador abrió cinco escuelas. Fue el primero. En 1953, el abogado Oscar Soto Máynez estuvo unas horas tras las rejas, acusado de ser el autor intelectual de la muerte de Juan Cereceres, un taxista que era su rival en los amores de una mesera del restaurant Guadalupe. Durante su trunco mandato gestionó la autonomía de la Universidad de Chihuahua. Fue el segundo. Y antier, en el Gin Gin, Corral fue el tercero. Está acusado de robarse 98 millones de pesos. Sólo sintió el rigor de las esposas durante unos minutos antes que lo salvara una operación superior a la del soldado Ryan. En su miserable gestión no hizo nada, menos en Delicias. Villa se convirtió en héroe patrio después de su aventura. Soto Máynez era recibido con aplausos donde quiera que se paraba. Dudamos que el futuro de Corral sea similar. Es muy chocante y nadie lo quiere. Cachetadas rancheras,a las que ya está acostumbrado, es su destino, si es que libra la cárcel.

En radio pasillo de la Alcaldía parecen que están en la casa de los famosos. Hay al menos un nominado diario para salir en septiembre. El Presidente no suelta prenda por más que tratan de adivinarle el pensamiento. De que habrá cambios, desde luego que habrá. Eso es lo único seguro.

En otra del penoso caso de Corral, varios morenistas de la Capital salieron a defenderlo. Para Ripley. A él, que no había día que no insultara a su tlatoani. Falta saber si a nivel local hacen lo mismo. De perdida que hagan una pollada para juntarle para los cigarros cuando lo agarren.