Festejan 75 Aniversario del Hospital Regional; discurso del Cronista Carlos Gallegos

Discurso del licenciado Carlos Gallegos Pérez, Cronista del municipio de Delicias,durante el 75o aniversario del Hospital Regional. Como el acto se celebró hoy, la narrativa fue ambientada como si se tratara del día 22, fecha real del acontecimiento en cuestión.
Hoy,los delicienses celebramos dos acontecimientos señeros.
La inauguración del Reloj Público,el reloj que marca nuestras horas,y el Hospital Municipal,hoy Hospital Regional,el vigilante de nuestra salud.
Ambos fueron inaugurados con pocos minutos de diferencia,primero el reloj,enseguida el Hospital.
De aquello hace 75 años. 22 de diciembre de 1949, 22 de diciembre de 2024.
Un suspiro, una nada en la inmensidad del tiempo.
El Presidente Municipal, electo para el periodo 1947/1949, era el Teniente Coronel de origen cohauilense Emiliano Julio Laing Aguero, décimo en ocupar ese cargo.
En 1948,en ocasión de su segundo informe,tuvo la feliz idea de gestionar la construcción de un hospital que viniera a auxiliar a tantas personas carentes de atención médica,con el ya viejo hospital de la Comisión Nacional de Irrigación,ubicado en el Sector Oriente, y la Clínica Santa Teresita,detras de la Sociedad Mutualista Miguel Ahumada.
Fue a la capital del Estado a exponer su proyecto al Gobernador Fernando Foglio Miramontes, quien lo envío a Servicios de Salud y de ahí lo remitieron a la Tesorería General.
Cayó, pues, en la insondable oscuridad de la burocracia.
Transgresor, distruptivo,impaciente, decidió,contra toda lógica presupuestal,rebasar los límites del Código Municipal en cuanto a facultades y obligaciones, y dos meses después fue tirada la primera plomada para la edificación de un hospital municipal,cuya principal misión sería atender al menesteroso.
Al fin militar, tomó sus precauciones,oteando los apuros que pasaría para su operacion con su magro presupuesto.
Informó sus planes a amigos,conocidos y miembros de lo que hoy se conoce como sociedad civil organizada,entre otros a la membresía del Club Rotario, a la señora María Staundmayer Formachón,Delegada de la Cruz Roja local y al señor Raúl Mar Reyes,dueño de la Carnicería La Imperial y Presidente de la Cámara de Comercio.
Así preparado el terreno, la obra siguió su curso y llegó la fecha de la apertura.
Más o menos 15 minutos antes de las 11 de la mañana del antedicho día, el Alcalde, acompañado de Mario Fernández, Presidente Municipal Suplente,de los regidores Ignacio Arrieta,Teodoro Montes Escamilla,Herculano Barraza y Pablo Torres, de dos policías que lo escoltaban y de algunos invitados, salieron de la Presidencia Municipal,sito en Calle 5a y Avenida 3a Norte, abordaron tres automóviles y a vuelta de rueda, pues el camino de tierra estaba resbaladizo por la fuerte helada de la noche anterior,enfilaron hacia el sur de la población.
Tomaron la Avenida Río San Pedro,semi rodearon el Mercado Juárez,que tenía cuatro años de inaugurado, y en la Avenida del Parque giraron a la derecha.
Avanzaron tres cuadras.Llegaron al enorme baldío en que, a mano derecha,estaba la Junta de Mejoras Materiales,hoy Junta Municipal de Agua y Saneamiento,a la izquierda el Banco de Crédito Agrícola,después sede de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, actualmente edificio de la presidencia Municipal, al fondo el Cine Lux,inaugurado en agosto de ese año, enmedio el lote en que en 1954 se construiría la actual sede del gobierno municipal.
Develada que fue la placa del reloj, la comitiva, por alguna razón, dejo los autos y se fue a pie hacia el poniente, rumbo al naciente hospital.
Ahí fue tomada la foto que todos conocemos,donde Laing y comitiva posan ante la entrada de aquel nosocomio donde hoy estamos,entonces tres cuartos de adobe encalado,un reducido pasillo, una minúscula recepción, y a la derecha, el espacio por todos tan temido, la plancha para las autopsias.
Fue modestamente equipado con el instrumental médico que se había desocupado al cierre del hospital del Campamento de las Vírgenes al término de la majestuosa cortina,gracias a las gestiones que hizo en la Comisión Nacional de Irrigación el doctor Julio Maciel Valladares.
El primer director fue el doctor Cruz Zavala. La plantilla la completaban el doctor Salvador Daw Terrazas y las enfermeras Paz Parra,María Velázquez, María García y Silveria Perez.
Como un colofón infeliz a esta historia,el 16 de enero de 1954,en ese lugar al que todos tememos que un día nos lleven,el doctor Maciel y la enfermera Evangelina Estrada le harían la autopsia de ley al cadáver de don Emiliano,muerto en el intento de asonada que encabezó aquella trágica madrugada que trajo luto a Delicias y la región.
Paz a su espíritu,un recuerdo sentido a los fundadores de este nuestro hospital y, a todos ustedes, muy feliz navidad.
Muchas gracias.
Por Carlos Gallegos Pérez/Cronista de Delicias



