«No mantener los casos de abusos ocultos ha cambiado cómo nos sentimos como mujeres».
La actriz estadounidense Sigourney Weaver ha recibido este viernes el Goya Internacional 2024 y, quizás sin saberlo, se ha unido con estas palabras al movimiento #SeAcabó, que en España clama contra la violencia sexual hacia las mujeres, también en el cine.
Weaver conoce la experiencia de Hollywood. «Sabíamos que el movimiento #MeToo no iba a cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero es un proceso que se está dando en todos los campos y tenemos que estar agradecidos», ha afirmado, al ser preguntada en rueda de prensa por las acusaciones de violencia sexual en la industria española, con la esperanza de que las denuncias sirvan para que los casos «se vuelvan menos frecuentes».
En una sala bulliciosa y expectante, Weaver ha podido reflexionar sobre el papel de las mujeres hoy en el séptimo arte. «Hay apetito por ver historias distintas, con mujeres de toda clase y condición, también mujeres mayores», ha lanzado quien en su juventud encarnó a personajes femeninos míticos, como la teniente Ripley, de Alien, el octavo pasajero (1979). Ella ha definido a Ripley como «eterna» y, de hecho, «sus personajes femeninos independientes, complejos y fuertes» son uno de los motivos que ha destacado la Academia para entregarle el galardón.
La actriz estadounidense no ha dudado en alzar la voz ella misma por la igualdad y ha lamentado el retroceso en el acceso al aborto en su país, donde antes se consideraba un derecho. «Es absolutamente inaceptable y está poniendo tantas vidas en riesgo», ha añadido.