Xi Jinping, presidente de China, fue de los invitados especiales que presenció al lado de Vladimir Putin el Desfile de la Victoria en Moscú, mostrando respaldo en el contexto de la guerra de Ucrania y la guerra comercial con Estados Unidos.
Celebró Rusia el Desfile del Día de la Victoria que conmemora el aniversario 80 del triunfo de la URSS comunista sobre la Alemania Nazi, en un evento que recibió a dos decenas de jefes de Estado y entre ellos destaca sobre todo el presidente chino Xi Jinping.
El desfile.
Aprovechó Putin, presidente de Rusia, para rememorar que la URSS venció al Tercer Reich alemán, en el contexto de la invasión a Ucrania que dice que busca “desnazificar”.
«Todo el país, la sociedad y el pueblo apoyan a los participantes en la operación militar especial», aseguró Putin en el desfile sobre la guerra.
El día antes del desfile, Xi Jinping había llegado a Moscú para reunirse con Putin, reafirmando la alianza de China a Rusia.
Aliados, mensaje a occidente.
Xi Jinping declaró que ambos países deben ser «amigos de acero» y cooperar para «de manera decidida» contrarrestar la influencia internacional que tiene EE.UU.
El encuentro despertó la atención de occidente, especialmente de países integrantes de la OTAN, varios europeos y Estados Unidos, mientras que el país americano bajo el gobierno de Donald Trump escaló la guerra comercial con aranceles contra China, aunque en últimas fechas ha buscado negociar para bajar las tarifas.
Aunque hay análisis que refieren que Xi Jinping no es un aliado incondicional de Rusia. De hecho ha manifestado el país asiático su deseo de llegar a una solución pacífica y detener las hostilidades con Ucrania.
Mathieu Boulegue, del Centro de Análisis de Políticas Europeas, comenta para BBC que “impresiona el simbolismo” de verlos juntos, ciertamente Rusia es un socio muy importante para China, pero Xi Jinping prefiere mantener la cautela para no recibir un rechazo internacional.
Aunque también es un mensaje para el gobierno de Donald Trump, pues existen reportes de que el presidente estadounidense quería poner fin a la guerra en Ucrania y acercarse a Putin, a su vez buscando alejar a Moscú de Pekín.