Los bebés suelen protagonizar momentos que, por su espontaneidad, resultan tanto graciosos como virales. Un ejemplo reciente de ello ocurrió en Lincoln, Reino Unido, donde un pequeño de un año fue descubierto comiéndose las cenizas de su abuelo muerto.
La escena del bebé que se comía las cenizas de su abuelo fallecido, aunque impactante, refleja la curiosidad innata de los niños pequeños y cómo, en ocasiones, esta puede llevarlos a situaciones inesperadas. Este incidente fue captado en video y rápidamente se viralizó en las redes sociales.
El medio británico Daily Mail detalló este caso que, aunque causó gracia entre algunos internautas, dejó a muchos con la boca abierta. En el video se observa a Natasha Emeny, madre del bebé de nombre Koah, expresando su sorpresa y preocupación al descubrir a su hijo comiendo las cenizas de su propio abuelo.
En el material, se escucha a Natasha preocupada por lo que acaba de hacer su bebé, narrando que el pequeño había abierto la urna del abuelo fallecido para comerse las cenizas en su interior.
La escena muestra la urna destapada con casi la mitad del recipiente vacío, mientras que la repisa donde estaba la urna, la sala y la boca del bebé estaban llenas de cenizas del difunto.
Este suceso pone de manifiesto la necesidad de asegurar que los objetos de valor sentimental o potencialmente peligrosos estén fuera del alcance de los niños pequeños, quienes, movidos por su curiosidad natural, pueden interactuar con ellos de maneras inesperadas.
Tras la difusión del video donde el bebé se come las cenizas de su abuelo, las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. Algunos usuarios bromearon sobre los gustos del pequeño, señalando que ahora el abuelo vivirá en el bebé por siempre.
«Tu papá ahora vive con el niño’, escribió un internauta.
Otros consideraron que, quizás, el bebé está coleccionando experiencias del pasado al comer las cenizas de su abuelo. Este tipo de incidentes, aunque pueden parecer humorísticos para algunos, también resaltan la importancia de la supervisión constante y la seguridad en el hogar, especialmente cuando hay niños pequeños.
«Está recopilando conocimientos del pasado», añadió un usuario.
Sin duda, el caso del bebé Koah que se comió las cenizas de su abuelo es un recordatorio de la imprevisibilidad de los niños y la necesidad de mantener un entorno seguro para ellos. Aunque el video ha generado diversas reacciones en línea, lo esencial es aprender de estas situaciones para prevenir futuros incidentes similares.
@dailymail 'wen ye son eats yer daad' 🎥Caters/NatashaEmeny #family #children #fail ♬ original sound – Daily Mail
