COLUMNA POLÍTICA 1 DE JULIO

Ni de rodillas. La reciente resolución judicial de embargarle sus cuentas bancarias, su casa y su fábrica de tortillas de aquí, su huerta de aguacates en Michoacán, inhabilitarlo durante 10 años para ocupar cargos públicos y cobrarle las millonadas que se clavó cuando fue Secretario de Hacienda del Estado, califican a Jaime Herrera Corral como uno de los delicienses más pillos de la historia. En busca de redención tardía, acostumbra ir los domingos a Cristo Rey a misa de 12. En adelante tendrá que llegar no con el misal, sino con un morral de amparos. Ojos que te vieron tan soberbio.

Nos acordamos de Máynez. El templete que se derrumbó en la feria de Meoqui trajo a la memoria negra lo que sucedió en Monterrey en el cierre de campaña del pelele. Afortunadamente en la fiesta de San Pedro y San Pablo no hubo muertos, sólo el susto. A esta hora ya se han tomado precauciones para que eventos así no se repliquen. Fue una de las primeras precauciones de Miriam Soto luego de su pausa post electoral.

Son 10 millones. Todo lo que se invierta en apoyo a la salud es poco, dado el desastre del sistema federal con olor rancio a Dinamarca. Los 10 millones, gestionados por Valenciano para aplicarlos en el Hospital Regional, sean más que bienvenidos. De eso que venga más.

Aparejado al relevo nacional y estatal en el mando panista, obviamente se desprende el municipal. Sin embargo, los resultados mandan, y Delicias es una plaza ganada. Así que kikirikí.

Con el regreso a la brega de Jesús Valenciano, se incrementarán los rumores de cambios en su gabinete. Seguramente estos no irán por el área de Servicios Públicos, donde los resultados están a la vista.

Más limpieza en vialidades y espacios abiertos, mayor regularidad y puntualidad en el servicio de basura, pues aunque el trabajo está concesionado, el entedimiento entre Carlos Rodríguez y la empresa es evidente.

Si acaso hay relevos, no será ahí, con Delicias recobrando su historial de ciudad limpia.

Qué ha de tardar en nublarse el cielo de Delicias. Sino de nubes llovedoras, sí de aspirantes al gobierno del Estado, deseosos de rodear una plaza tan apetitosa, un lunar negro en el mapa morenista. Cruz Pérez Cuéllar, Marco Bonilla, Andrea Chávez. Mario Vázquez y Loera, no, uno porque lo trapearon, el otro porque tiene miedo. Mario Mata y Valenciano aquí viven.

El país de las eternas campañas.