Pasado mañana se sabrá si Javier Corral formará parte del gabinete de Claudia Sheinbaum. Hasta hoy está fuera, pero ya ven.

Sería un caso insólito que alguien como él, que tiene a varios ex colaboradores presos, enjuiciados, engrilletados, prófugos, él mismo sentenciado por la sociedad, estuviera en el gobierno. Insólito más no imposible en estos tiempos ruines.

En otra de tiempos ruines, Boquilla y las Vírgenes están al borde del colapso. Sus caudales no superan el 20% de su capacidad. Un mes más de sequía y adiós Nicanor. Bien se dice que una calamidad nunca viene sola. Usted sabe cuál es la otra.

Se vienen cambios. Pasadas las elecciones, como en toda buena democracia, es normal que se ajusten tuercas. Primero por el nivel operativo, luego los de más arriba. Así lo dicta el librito. Es servicio público: nada es para siempre. Mientras, el ciudadano siempre querrá que todo sea para bien y que los lleguen, sumen.