En ecos muy retardados del debate entre seis aspirantes a la Alcaldía, en redes y medios tradicionales también sale avante Jesús Valenciano, según opiniones sino unánimes sí notoriamente mayoritarias, como sucedió en el mismo ejercicio.
Estaba cantado: ninguno de los otros cinco cuenta con su experiencia y exposición mediática.
Tablas se le dice a eso.
Súmese que por lo visto fue el que más tiempo le invirtió a la preparación. Los otros o flojearon o carecen de retención o fueron presa de los nervios y la presión.
Pongamos un caso, el de la doctora Agüeros, de Morena. En la entrevista grupal que dio al terminar el encuentro, estuvo muy sonriente y afable.
En cambio, en durante el intercambio su sonrisa estuvo ausente y fue notoria la molestia que le causó que la profesora Loredo, del Verde, se haya presentado como la auténtica candidata del oficialismo y también de vio su enojo cuando el candidato de MC le sacó un cartelón con una foto del video del ISSSTE. Eso la descompuso y desconcentró.
Víctor Velderrain, de Movimiento Ciudadano, pagó el precio de su novatez en estas lides. Le pasó lo que a Munguía ante el Canelo.
Desaprovechó tiempo, se fue al monte, no fue conciso en sus propuestas, de por sí difusas y notoriamente irrealizables.
Paty Contreras, del Republicano, con toda su trayectoria como profesora ante grupo,también se enredó. Propuso algunas acciones que hace tiempo forman parte del modelo educativo, su fuerte.
Igual que ha Munguía: le hizo falta esquina.
Ninguno de los cinco pudo superar el impacto negativo que les causó el resultado de la encuesta que esgrimió Valenciano, que lo coloca 17 puntos arrriba.
No supieron cómo reaccionar ni se les ocurrió lo lógico: desmentir.
Con su silencio validaron el dato y se desenfocaron.
Lo más notable de la jornada fue la gran audiencia que concitó el acontecimiento.
Su transmisión en vivo robó la atención como nunca había sucedido en un acto de esa naturaleza.
Lo cual es muy bueno.
Significa que cada vez se acentúa el interés ciudadano por la política.
El CCC, el ciudadano común y corriente, cae en la cuenta que no conviene dejar la política totalmente en manos de los políticos.
Lo cual es excelente.
En más de lo mismo, como decía el colega Ismael Díaz Leyva: en Meoqui puede pasar cualquier cosa.
En asuntos de debates electorales, la semana pasada ahí se registró un hito histórico al consignar el hecho hasta la semana pasada inédito,de que un candidato hiciera uso del tiempo que se le concedía para guardar silencio.
Tal y como.
Acuérdense: el autor de tal épica, al tiempo será más famoso que los monitos que le dieron a Meoqui celebridad universal.
Con todo y contra todos. Conforme se acerca el 2 de junio,arrecia en todo el país la profusión increíble de propaganda de los candidatos del oficialismo. El revés sufrido durante el segundo debate los obligó a echar mano de cuanto recurso lícito o ilícito dispongan. Preferentemente de lo segundo,al superar por muchísimo cualquier récord de gasto propagandístico. Cualquiera en cualquier etapa de la historia.