Columna política lunes 1 de diciembre de 2025

No había pasado ni año y medio desde que entregó la banda presidencial cuando Andrés Manuel López Obrador reapareció desde Palenque con un video de casi una hora. En la forma dijo que presentaba su libro Grandeza, en el fondo fue un mensaje político de alto voltaje. Aseguró que solo volvería a las calles si se atentaba contra la democracia, si se ponía en riesgo la soberanía o si la presidenta Claudia Sheinbaum fuera acosada o debilitada.

La narrativa fue tranquila, casi de retiro, pero entre líneas sonó a un jefe que desde su hamaca sigue moviendo las piezas. Pidió apoyar a la presidenta con fuerza, habló de temporadas de zopilotes y dejó ver, sin decirlo explícitamente, que él sería la última barrera si alguien intentara desestabilizar al nuevo gobierno.

El contraste con otros expresidentes es notable. Peña Nieto se refugió en Madrid y ha mantenido silencio. Calderón participa en conferencias y foros internacionales y critica desde fuera, como ocurrió recientemente en Argentina. Vicente Fox habla desde redes sociales con cada vez menos impacto real. Salinas reaparece en entrevistas, libros o espacios académicos sin colocarse como defensor de ningún gobierno. Ninguno ha hecho una reaparición tan política y tan temprano como la de López Obrador.

AMLO no es un expresidente convencional. Es fundador del partido en el poder, tiene a su hijo en la segunda posición de Morena y mantiene bajo su órbita a gobernadores, legisladores y cuadros clave. Su mensaje llega justo cuando Morena vive reacomodos internos y Sheinbaum necesita consolidar liderazgo propio sin provocar rupturas en la 4T. En ese contexto, para muchos el video fue también un aviso hacia dentro, un recordatorio de que la línea del proyecto sigue marcada desde Palenque.

Las interpretaciones surgieron de inmediato: que fue un recordatorio de fuerza después de la salida de personajes incómodos como el fiscal Gertz Manero, que fue un mensaje preventivo para evitar que ciertos grupos se desmarquen de Sheinbaum, que fue un aviso a poderes económicos o políticos que pudieran intentar mover el tablero. Nada de esto está dicho de forma directa, pero la lectura política apunta a que López Obrador quiso enviar señales en varias direcciones.

AMLO dejó claro que el maximato es el maximato de la 4T. Su reaparición confirmó que México tiene, por primera vez en décadas, un expresidente activo, con influencia real, con capacidad de movilizar su base y con un peso simbólico que ordena al movimiento. Falta ver si el nuevo gobierno consigue que el expresidente se mantenga en el retiro, o si la política mexicana tendrá que acostumbrarse a convivir con un líder que nunca se retiró del todo.

Mientras en Bucareli siguieron los portazos, Rosa Icela Rodríguez no recibió a los agricultores y dejó claro que el tema no es prioridad en su agenda política, en Chihuahua la gobernadora Maru Campos armó su propia mesa de negociación y logró traer al secretario de Agricultura federal, Julio Berdegué, a Palacio de Gobierno.

Ahí estuvieron representantes de varios sectores, el Secretario General de Gobierno, el titular de Desarrollo Rural y Jesús Valenciano, el único alcalde presente, en su papel de interlocutor con los productores.

En los planteamientos surgieron temas de fondo: los productores de trigo insistieron en apoyos que realmente se reflejen en sus costos y en abrir mercados que llevan años empolvados; mientras que el sector ganadero, encabezado por Álvaro Bustillos, volvió a poner sobre la mesa la urgencia de avanzar en el combate al gusano barrenador, la plaga que mantiene la frontera estadounidense cerrada al ganado mexicano desde hace más de un año. Entre sequía, pérdidas y trámites congelados, el campo no aguanta un semestre más en esa condición.

Ahora toca ver si la visita de Berdegué fue una escala de cortesía o si realmente se llevó en carpeta los compromisos, porque en esta ocasión no basta con escuchar: el campo necesita acciones claras y resultados medibles en el corto plazo.

Esta tarde, a las seis, la gobernadora Maru Campos encenderá el tradicional árbol navideño en la Plaza del Ángel. Se espera un gran ambiente familiar, con miles de personas disfrutando el inicio oficial de la temporada.

Y mientras en la capital hoy arranca la Navidad, en Delicias y la región estamos pendientes de los anuncios de los encendidos de nuestros pinos navideños. En cualquier momento se confirmarán las fechas.

La temporada empieza con buenas luces y mejores momentos para las familias de Chihuahua.

 

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