Miles y miles. Qué audiencia la que convocó el sábado Filippa Giordano. Ante un público mayoritariamente adulto, la Italiana mexicanizada reiteró su puesto de favorita de los delicienses. Un exitazo del Gobierno del Estado, eficientemente auxiliado por el Municipio.
Con Filippa se acabaron los partidos. A verla y escucharla fueron de todos los colores. Los de Morena estuvieron presentes en gran número y no pocos bailaron y cantaron. Se amanzan las fieras.
El viernes pusieron a prueba las habilidades políticas de Esteban Grajeola. Varios aspirantes a comisarios lo abordaron para pulir tales y cuales puntos de la convocatoria para elegir de esos importantes representantes populares. Grajeola los toreó sin mayores complicaciones, asegurándoles que el piso era parejo. En el anterior trienio, las elecciones de los comisarios salieron con saldo blanco y esperan que ésta no sea la excepción. A las urnas.
En Meoqui también hubo fiesta. El CheveFest del fin de semana acaparó la atención territorial de esa municipalidad, con el emprendedurismo incorporado de lleno a la economía regional. Qué diferencia del Meoqui tan violento de hace algunos años.
Los Gordos. Así, de Gordo, se dicen entre sí los miembros del gabinete municipal. Les pegó la costumbre el Alcalde, que así nombra a sus amigos desde que era diputado. En su primer círculo los hay pasados de kilos, así como flacos y ponchados. La confianza.