Columna política lunes 28 de abril de 2025

Todos los laureles. El magno desfile de la fundación fue efectivamente magno. Cientos, miles de delicienses lo disfrutaron a la puerta de su casa, al paso por su barrio, en vivo y a través de los numerosos en vivos que hubo en las redes. Magnífica la organización de la administración municipal, de las entidades particulares y sociales que se aliaron para lograr un gran éxito. Un domingo de excelencia.

Nosotros los delicienses. La renuncia del doctor Gutiérrez Ozaeta, hasta hace poco encargado de las áreas de diálisis y hemodiálisis de la Clínica 11 del Seguro Social, es otra mancha más en esa otrora ejemplar institución. Poco queda de aquella gran clínica, inaugurada el 1 de mayo de 1958. Hace tiempo que está en ruinas, con sus especialistas renunciando uno tras otro. La del oncólogo Gutiérrez Ozaeta, la más reciente, fue remediada falsamente: el director Arredondo nombró a un cercano suyo en su lugar, pero solo para los fines de semana, cuando menos se requiere un oncólogo. Ineficiencia y amiguismo, receta letal.

Felicidades a un ícono. Ayer fue muy felicitado el siempre afable Jimmy Ríos Velasco. Se cumplió el medio siglo de la apertura de la tienda Ferretería La Competidora, fundada por su padre, el siempre bien recordado don Jaime Ríos Velasco Fierro, uno de los negocios históricos de Delicias. A sus felices 80 años, el sonriente expresidente es fiel heredero de la saga familiar, clan típicamente deliciense.

Sabor e historia. Otro notable acto del programa de la fundación fue la muestra gastronómica clausurada ayer, tras dos días de gran concurrencia. Sabor, higiene y servicio atento. Como marco, el imponente Hotel del Norte y su aura histórica. Todo en esa icónica construcción, desde cada uno de sus adobes hasta la campana de bronce recientemente bajada del pretil en su parte más alta, luciendo el año de nacimiento de su fundador, el señor Andrés Bunsow Viniegra, es parte de nuestra historia, es parte de Delicias. El festival es la ocasión ideal para lucirlo, antes de que el tiempo lo reclame.