Será Daniela. Las fiestas patrias revivieron a la juarense Daniela Alvarez, quien, si no hay otro cambio de pichada, será la presidenta del PAN estatal. Luego de tanto sube y baja con Georgina Bujanda, ella es la buena. Para hacer un papel mejor que el de Gabo Díaz, quien lo hizo muy mal, deberá reinventarse y volver a ser la que era antes de su derrota del negro 2 de junio. Una de sus virtudes es que no es rollera. Sabe contar hustorias y atraerse la atención de las audiencias. Que empiece ya, porqure qué tanto tiempo falta.
No debían faltar. Los regidores y la síndica se estrenaron en el ritual de los desfiles. Algunos, sobre todo algunas, en el de ayer andaban medio desvelados. Efectos colaterales del grito. La ley seca y los horarios restringidos son para eso, para violarse.
El tal Patito de las Casas es y ha sido un fraude como director de Bachilleres. Una nulidad. Qué comparación cabe con aquellos grandes maestros que tanto lustre le dieron a la institución. Creímos que con Rodolfo Torres Medina, otro super reprobado, habíamos tocado fondo. Pero no. Éste lo ha, superado. Si aquél salió manchado con la sospecha de la corrupción, éste saldrá peor. Manchado por ser apático y permisivo ante el público problema de la drogadicción en varios planteles, sobre todo en el Uno, el plantel insignia. Ese cáncer ha perneado a otros. comentaremos las manchas del 13, donde la situación dista mucho de ser buena. Hay veremos.
Arde el desierto oriental. Desde los linderos de Aldama con Coyame, pasando por Benavides y hasta Ojinaga, es un infierno en vida para sus pobladores. Víctimas de la violencia del contrabando y el narco desde tiempos infinitos, en el último mes han retrocedido hasta los días oscuros de Ernesto Poblano, del Chorty, de Pablo Acosta, de aquellos capos de capos. No se le ve orilla a la situación. Y nosotros tan cerca, tan vecinos del infierno.
Se va septiembre, otrora mes de las lluvias, y nada. Sólo nubes estériles, aguaceros pasajeros que no han dejado sino moyotes y mosquitos. Las presas en sus niveles históricos más bajos, el gobierno federal sordo y mudo. La expectativa es que, como ya agoniza el sexenio del odio, la expectativa es que con el próximo regresen los apoyos y programas que quitaron. Una luz de esperanza es que parece que el próximo secretario del área sí le entiende al asunto. Así se percibe al aceptar que lo transgénro no es nocivo a la salud y que llevamos siglos consumiéndolo.