Columna política miércoles 5 de febrero de 2025

El huracán anaranjado. En menos de una semana hizo más estragos que un tsunami. Sin que se le moviera un cabello de su blonda zanahoria, dobló al presidente colombiano que osó desafiar sus furias. Chorreando sangre siguió con México y Canadá. A uno declarándolo país narco y paso libre de inmigrantes y calificando a sus grupos criminales de terroristas. Al otro, tratándolo igual o peor. Sus tres primeras víctimas de su atropellado proceder guardan algún en común y eso aclara todo: en los tres hay gobiernos socialistas y fue a por ellos y luego, obvio, irá por los demás.

El mes de oxigeno que le dio a México, es un leve suspiro. Va por todas las canicas, teniendo como tiene todos los pelos de la burra en la mano: fotos, audios, videos de todos los narcos que infestan México: políticos, empresarios, abogados, notarios. Hasta que llegue al que quiere llegar, aquél que, como Santa Ana en sus tiempos oscuros, se escondía en su Manga de Clavo. Qué tan tupida puede estar la selva de Tabasco que no lo saque de un dronazo marca Guadalupe y Calvo. El conjunto Mayo y los Chapitos están más afinados que los Cadetes de Linares en sus buenos tiempos. O sea, soltado la sopa allá en EU.

Esa es la geopolítica. A nivel ejido, a partir cuates con los retenes que pondrán los soldados convertidos en aduanales que vigilarán la frontera. Su agosto en febrero. Sus meros moles.

En algo muchísimo más agradable, qué bien cayó la noticia de que pronto ya habrá secundaria en Cumbres del Deporte. Excelente coordinación Valenciano/Ricardo Robles, Municipio y Estado. Con sus kínders y primarias saturad os, urgía algo así.

En otra del área educativa, ayer estuvo aquí Omar Bazán, el inconcebible director del CONALEP estatal. Traía muy buen Maps, sino se pierde en la Macro Plaza. De Delicias no conocía más que el PRI.

Con la llegada de Román Alcántar a la dirección estatal de Conagua, se llegó la hora de la anunciada revisión de las concesiones y los pozos piratas. A jugar a las vencidas con su parientón Chava Alcántar, Mariano Jáquez y compañía. El cielo sin nubes, las presas sin agua. Veremos si cuando vea las vacas flacas no se deja llevar y cae en las tentaciones en que han caído tantos de sus antecesores.