El 12 de marzo pasado, Mateo, un niño con autismo, fue agredido por una de sus maestras, por su condición, , ni siquiera pudo decirle a su mamá.
El 12 de marzo pasado, Mateo fue agredido por una de sus maestras de preescolar. Bastó que el niño con autismo tirara el celular de la educadora para que ella lo tomara de los brazos con una fuerza tal que lo dejó con marcas y moretones.
Ella se molesta, lo toma por los brazos y lo va a sentar a su lugar y yo me pregunto cuánta fuerza necesitas ejercer sobre un niño de 5 años para dejarle los dedos pintados y las uñas, o sea, las uñas las traía enterradas como si se las hubiera encajado, así sin piedad”, relató Lucía, la mamá de Mateo.
Por su condición, Mateo, ni siquiera pudo decirle a su mamá lo que le pasó, pero los días siguientes vivió con mucho miedo.
Los primeros días la pasamos mal porque él escuchaba que alzaban la voz, incluso en la televisión y su reacción inmediata era de angustia, de miedo, correr atrás de la puerta, esconderse, esconder sus manitas. Tu intentabas extenderle tu mano hasta para cruzar la calle y él hacía sus bracitos como de miedo hacia la pared, le afectó muchísimo”, contó.
Mateo fue diagnosticado con autismo a los tres años de edad. Sus padres decidieron que escolarizarlo en una escuela regular sería lo mejor para su hijo.
La escuela particular en la que lo inscribieron puso como condición que tuviera una maestra sombra. El día de la agresión contra Mateo, la maestra sombra se retrasó unos 50 minutos.
Ese día mi hijo no se podía expresar y decirme bien qué le hicieron, así que estuve preguntando con otros papás qué había sucedido, si me apoyaban a platicar con sus hijos y que de alguna manera les dijeran que había pasado y pues los niños coincidieron en que Mateo había tirado el celular de este personaje y ella molesta lo había tomado por los brazos y lo había ido a sentar a su lugar, terrible todo”, relató.
Lucía denunció los hechos ante la fiscalía, que abrió una carpeta de investigación por la violencia que sufrió su hijo.
Claro que su autismo favoreció la agresión porque como no habla y no puede expresar todo lo que le hacen y dicen, se les hizo fácil. Mateo a veces repite palabras, entre ellas, me resuena mucho una: ‘baboso’, pero yo creía que no le entendía bien, ahora todo tiene sentido porque entonces así le decían también”, comentó.
Mateo ingresará a otra escuela regular en abril, mientras se llevan a cabo las investigaciones y se llega a una resolución