Médico abusó de mujeres en rehabilitación; uso el cadáver de una como marioneta

Christopher J. Davis, un médico de 63 años en Pensilvania, ha sido acusado de múltiples cargos por abusar sexualmente de pacientes en rehabilitación.
Según informes de la Oficina del Fiscal General de Pensilvania, Davis habría utilizado su posición en el Pyramid Healthcare York Treatment Center y en su práctica privada para coaccionar a mujeres vulnerables a cambio de tratamientos esenciales.
Las investigaciones revelan que Davis solicitaba actos sexuales y fotografías íntimas a cambio de continuar con las prescripciones de metadona, un medicamento crucial para el tratamiento de adicciones.
En caso de negativa, amenazaba con suspender el tratamiento, poniendo en riesgo la recuperación de las pacientes.
Una de las víctimas declaró ante el gran jurado que Davis la besó a la fuerza en su oficina y, tras su rechazo, la acosó mediante mensajes solicitando fotografías íntimas. Otras pacientes afirmaron que el médico les proporcionaba sustancias adictivas o dinero para adquirir drogas, exacerbando su dependencia.
El fiscal general Dave Sunday expresó su indignación por la traición de Davis a la confianza depositada en él por pacientes que buscaban ayuda para superar sus adicciones.
Las personas que buscan mejorar sus vidas a través del tratamiento deben ser celebradas y apoyadas, no ser objeto de depredación y explotación”, afirmó.
Cadáver marioneta
Este no es el primer incidente controversial en la carrera de Davis. En el año 2000, fue disciplinado por el Departamento de Estado de Pensilvania después de utilizar el cuerpo de una paciente fallecida como una marioneta, manipulando su mandíbula y simulando que hablaba frente al personal de enfermería.
El Dr. Davis revisó los signos vitales de la paciente y la declaró muerta”, se lee en el informe. “La colocó en posición sentada, le movió la mandíbula con la mano y dijo: ‘Hola, ¿cómo estás?’ o algo similar”.
Este comportamiento fue considerado altamente inapropiado y resultó en la suspensión de su licencia médica por dos años.
Además, Davis ha enfrentado acusaciones previas relacionadas con el robo de medicamentos y otros comportamientos poco éticos en su práctica médica.
Estos antecedentes refuerzan las preocupaciones sobre su conducta profesional y el impacto negativo en las vidas de sus pacientes.