Columna política lunes 24 de noviembre de 2025

El fin de semana dejó la sensación de que algo se mueve en Chihuahua. Tras la violencia en Parral, las corporaciones se pusieron en alerta y de inmediato empezaron los coletazos: más de cien elementos de la Guardia Nacional llegando en avión para apoyar en la frontera, rondines del Ejército en Julimes, reportes de vehículos clonados entrando a ranchos y convoys armados que vienen desde Durango como si la carretera fuera autopista privada.
Para rematar, en Ojinaga algunas escuelas mejor decidieron no abrir por la inseguridad, y eso siempre es señal de que el miedo ya dejó de ser rumor y se volvió decisión.
La población anda con el pulso acelerado y las autoridades con la presión encima. Tanta movilización deja claro que algo se está preparando, algo se está reacomodando o algo se está por desatar. En unos días veremos si todo esto era prevención o si era la antesala de un trueno mayor.
Ya para la noche de ayer, muchas carreteras estaban bloqueadas en varias regiones del país: transportistas exigiendo seguridad y agricultores protestando por la Ley Nacional de Aguas y por los precios del maíz. En redes, la gente se pasó la tarde preguntando si mañana, o hoy, se podrá viajar a Chihuahua, donde trabajan, estudian y viven miles de habitantes de Delicias y de la región. Para hoy, a partir de las 8 de la mañana, en el centro-sur del estado estarán bloqueados los accesos en el puente de Lázaro Cárdenas y en el entronque de la caseta fitosanitaria en Camargo. Así como estamos aquí, estarán en tantas otras partes. Caos total. Parece que el gobierno federal la volvió a huachicolear.
En la capital del Estado se armó el apadrinamiento político disfrazado de acto civil, y el invitado de honor fue el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, quien fungió como padrino de lujo de la asociación civil Campo para Crecer Chihuahua, encabezada por Carlos Manjarrez Domínguez. La organización reúne a líderes rurales de 20 regiones del estado, con la bandera de trabajar por el bienestar del campo chihuahuense.
En la reunión, con alrededor de 287 asistentes, Servando Portillo Díaz tomó protesta a Manjarrez como coordinador estatal, además de formalizar a los coordinadores regionales y ejidales.
Más allá del protocolo, lo que saltó a la vista fue el tono de los discursos. Ya se ve una parte del sector del campo apoyando al proyecto político de Cruz. Nada oficial, claro, pero el ambiente habló solito.
En un acercamiento camaral que lo retrata con la cara muy hinchada y una playera de Morena a la que le hace falta una buena planchada, Eliseo Compeán subió un video de apoyo a la reforma a la Ley General de Aguas, puntos totalmente contrarios a los que defendía cuando era panista envuelto en la bandera de Gómez Morín. Un giro de 180 grados en su endeble credo político, el retrato perfecto de alguien que utilizó una doctrina para beneficio personal, y vaya que la utilizó. Cuando, en medio de su total desprestigio, no lo dejaron seguir medrando en el PAN, se fue a donde calientan gordas. La congruencia de un cínico.



